¿Y si México reclama las islas de California? Reabrir un caso olvidado de 1848. Ponerse en postura de negociación con Trump por los Aranceles y el Agua.

A medida que el presidente Donald Trump presiona a México para cumplir con entregas de agua estipuladas en el Tratado de 1944, argumentando que nuestro país le debe grandes volúmenes que afectan intereses agrícolas del sur de Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum podría responder con una carta histórica que ha permanecido en silencio durante décadas: el reclamo del Archipiélago del Norte.

Se trata de las Islas del Canal de California, conocidas en inglés como Channel Islands, un grupo de ocho islas frente a la costa sur del estado de California. Estas islas fueron omitidas explícitamente en el Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado en 1848 al término de la guerra entre México y Estados Unidos, lo que ha generado durante más de un siglo una discusión legal y diplomática no resuelta.

¿Cuáles son las islas del Archipiélago del Norte?

  • San Miguel
  • Santa Rosa
  • Santa Cruz
  • Anacapa
  • Santa Bárbara
  • San Nicolás
  • San Clemente
  • Santa Catalina

Algunas de ellas son áreas de conservación natural; otras están ocupadas por bases militares estratégicas de Estados Unidos, y en el caso de Santa Catalina, existe una comunidad civil con más de 4,000 habitantes. El valor comercial, estratégico y ecológico del conjunto ha sido estimado en cerca de 10 mil millones de dólares.

Un reclamo que México nunca formalizó

A pesar de su omisión en el tratado de cesión territorial, México nunca ha realizado una reclamación formal ante tribunales internacionales ni ha llevado el caso ante la Organización de las Naciones Unidas. Sin embargo, a lo largo de los años han existido propuestas, estudios y acciones simbólicas que han mantenido viva la posibilidad de que estas islas pertenezcan legalmente a México.

En 2017, el excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas y el abogado Guillermo Hamdan plantearon la nulidad del Tratado de Guadalupe Hidalgo, como vía para reabrir el debate sobre los territorios perdidos o, en su caso, exigir una compensación. La propuesta fue ignorada por el gobierno federal en turno.

¿Qué caminos tiene México para reclamar las islas?

Si la administración de Sheinbaum decidiera activar esta carta, existen cuatro vías diplomáticas y jurídicas viables:

1. Presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ)
México y Estados Unidos tendrían que aceptar voluntariamente someterse a la jurisdicción de La Haya. México necesitaría demostrar, mediante evidencia histórica, que las islas no fueron legalmente cedidas.

2. Solicitar un arbitraje internacional
Ambos gobiernos podrían acordar la creación de un tribunal neutral que resuelva la disputa. Esta vía puede ser más ágil que la CIJ, aunque también depende de un acuerdo bilateral.

3. Llevar el caso ante Naciones Unidas
México podría presentar el tema ante la Asamblea General o el Consejo de Seguridad como un asunto de soberanía pendiente. Esta vía no genera efectos jurídicos vinculantes, pero puede generar respaldo político y diplomático.

4. Iniciar una negociación directa con Estados Unidos
Esta opción permitiría discutir una salida política, que incluya soberanía compartida, reconocimiento histórico o compensación económica, dentro de un nuevo marco bilateral.

Un tema olvidado con valor estratégico

Claudia Sheinbaum ha demostrado apertura a temas de identidad histórica, justicia territorial y soberanía nacional. Retomar el tema del Archipiélago del Norte podría no solo darle peso simbólico a su mandato, sino también representar una herramienta de presión en las negociaciones bilaterales con Estados Unidos, sobre todo en un contexto donde el propio Trump utiliza tratados antiguos para exigir compromisos a México.

Con valor económico y militar significativo, y con una historia jurídica que jamás fue completamente cerrada, las islas del Canal de California podrían pasar de ser una nota a pie de página en los libros de historia, a convertirse en una causa diplomática de alto impacto para el México del siglo XXI.