Tijuana cultiva el futuro: Viñedo de CESPT demuestra el poder del agua tratada en zonas semiáridas.

En el corazón de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales “La Morita”, al este de Tijuana, un proyecto poco convencional está dando frutos —literalmente. Se trata del viñedo experimental desarrollado por la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), que desde 2015 cultiva uvas con agua tratada, convirtiéndose en un modelo de sostenibilidad en una ciudad históricamente afectada por la escasez hídrica.

Este viñedo, guiado técnicamente por el reconocido enólogo Camilo Magoni, ha captado la atención de especialistas, ambientalistas y empresarios por demostrar que el rehúso del agua no solo es viable, sino incluso benéfico, especialmente en zonas con clima mediterráneo como Tijuana, donde las condiciones de temperatura, humedad y radiación solar se asemejan a las grandes regiones vinícolas del mundo, pero con el reto añadido del estrés hídrico.

Durante una reciente visita del colectivo ciudadano Grupo Unidos por Tijuana, el director general de CESPT, Jesús García Castro, destacó que este tipo de iniciativas reflejan una nueva visión del manejo del agua: una donde el ciclo del recurso no termina en el desagüe, sino que se reintegra al entorno de manera productiva y segura.

“Con el uso de agua tratada en proyectos como este, reducimos significativamente la demanda de agua potable en actividades no domésticas. La industria, la construcción y también la agricultura urbana pueden beneficiarse enormemente”, explicó García Castro.

🌿 Reúso del agua: más que una alternativa, una necesidad

El viñedo de La Morita representa mucho más que un experimento agrícola. Se trata de un ejemplo de economía circular hídrica, donde el agua una vez usada es captada, tratada y devuelta a un nuevo propósito, lo cual disminuye la presión sobre acuíferos y sistemas de abasto potable. En un contexto donde Baja California enfrenta ciclos cada vez más extremos de sequía, este tipo de medidas dejan de ser “opciones” y se convierten en herramientas esenciales de resiliencia urbana.

Además, el cultivo de uvas tiene características ideales para este tipo de proyectos. Las vides son plantas que toleran bien la salinidad moderada y pueden adaptarse al riego controlado con agua tratada, siempre y cuando se cuente con monitoreo técnico adecuado, como en este caso.

“El viñedo demuestra que podemos cerrar ciclos: lo que antes era agua de desecho, hoy es parte de un vino potencialmente de calidad. Tijuana puede y debe impulsar más agricultura regenerativa y urbana”, opinó un integrante del grupo visitante.

🍷 Innovación con raíz local

El proyecto no solo busca producir uvas —y eventualmente vino— sino abrir camino a nuevos paradigmas de uso del suelo y agua en ciudades fronterizas, donde los límites territoriales, climáticos y sociales demandan soluciones creativas y de largo plazo.

Actualmente, CESPT trabaja en la promoción del uso de agua tratada en diversos sectores, con tarifas diferenciadas y convenios con industrias y desarrollos urbanos. El viñedo sirve también como vitrina educativa y espacio de demostración para futuros inversionistas, estudiantes y defensores del medio ambiente.

La Morita es un recordatorio claro: en tiempos de crisis climática, la innovación no siempre necesita grandes presupuestos, sino voluntad, visión y una gota de ingenio.