Sassi del Valle: nace en el Valle de Guadalupe un destino que fusiona el alma de Italia con la identidad de Baja California

En el corazón del Valle de Guadalupe, la región vitivinícola más importante de México, se está gestando un proyecto turístico y cultural sin precedentes: Sassi del Valle, una ciudad inspirada en las antiguas villas italianas, construida con piedra, detalles artesanales y una narrativa que busca transformar la forma en que se vive y se visita el vino, la arquitectura y la comunidad.

Presentado públicamente hace apenas unos días, este ambicioso desarrollo se ubica dentro del Rancho Olivares, una propiedad estratégica dentro del circuito enoturístico de Ensenada. El proyecto está inspirado en Matera, una ciudad del sur de Italia declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famosa por sus construcciones excavadas en roca conocidas como “Sassi”. Esa estética de piedra, cuevas y callejones se adapta ahora al paisaje del Valle de Guadalupe, no como una copia, sino como una reinterpretación que incorpora elementos de la arquitectura mexicana, la sostenibilidad ecológica y la vida comunitaria.

Sassi del Valle no es simplemente un resort o un fraccionamiento: es una ciudad temático-residencial en construcción, diseñada para ofrecer una experiencia permanente y multisensorial. Tendrá villas residenciales, hoteles boutique, restaurantes, cantinas, espacios comerciales, zonas de arte y cultura, caballerizas, mercados campesinos y plazas públicas. Todo diseñado para parecer una villa europea enclavada en el desierto mexicano, pero construida con una lógica de economía circular, sustentabilidad y beneficio compartido.

Este desarrollo forma parte de la iniciativa “Reinos de México”, promovida por el grupo Universo aBanza, quienes han conceptualizado este modelo como una manera de unir destinos turísticos con identidad propia bajo una narrativa común: el rescate de la belleza, el comercio justo y el diseño emocional. La idea es que cada “reino” tenga una estética, una cultura y una historia diferentes. Sassi del Valle será el primero, y estará dedicado al vino, la piedra y la introspección.

Uno de los puntos clave del modelo es que los locales no quedan fuera, sino que se integran como proveedores, trabajadores, artistas y emprendedores. La economía circular busca que el desarrollo genere empleo en la región, active la venta de productos artesanales, fomente el turismo consciente y cree una experiencia de alto valor agregado para quienes visitan o habitan el lugar.

Durante la presentación reciente del proyecto, se mostró ya una plaza central construida en piedra, con edificaciones que recuerdan a los centros históricos europeos, pero con nombres, colores y simbología adaptada a la cultura mexicana. Se prevé que en esa plaza se lleven a cabo conciertos, obras teatrales, mercados y actividades ecuestres. A largo plazo, habrá también una agenda cultural permanente.

La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, ha respaldado el proyecto públicamente, destacando que este tipo de desarrollos no solo enriquecen la oferta turística de la región, sino que posicionan a Baja California como un estado con capacidad para atraer inversiones de alto nivel, sustentables y con identidad.

La primera etapa de Sassi del Valle se proyecta para abrir al público a finales de 2025, aunque desde ahora ha comenzado a despertar el interés de medios nacionales e internacionales, influencers de viajes y compradores de bienes raíces que buscan una segunda vivienda con valor patrimonial y cultural.

Sassi del Valle no solo apunta a ser un lugar hermoso. Su promesa es mayor: ser un espacio donde convivan el arte, la tierra, el diseño y la comunidad, en uno de los territorios más fértiles e intensos de todo el norte de México.