Hoy inicia el arancel de EE.UU. al acero y aluminio: el impacto en México

Tijuana, B.C. – A partir de este jueves, Estados Unidos ha comenzado a aplicar un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de varios países, incluido México. La medida, impulsada por la administración de Donald Trump, busca fortalecer la industria siderúrgica estadounidense, pero afectará a empresas mexicanas que dependen del mercado norteamericano.

Industria mexicana en riesgo

México es uno de los principales exportadores de acero y aluminio a EE.UU., por lo que la nueva barrera comercial representa un desafío para el sector. Se espera una caída en las exportaciones, afectando la producción, el empleo y la inversión en una industria clave para la economía nacional.

El impacto no se limitará a las siderúrgicas. La automotriz, la construcción y la manufactura también podrían enfrentar costos más altos al verse afectado el suministro de materiales esenciales.

Empresas mexicanas afectadas

Algunas de las compañías más perjudicadas por la medida incluyen:

• Altos Hornos de México (AHMSA): Una de las mayores productoras de acero del país, con alta dependencia del mercado estadounidense.

• Ternium México: Filial de la multinacional Ternium, proveedora clave para diversas industrias en Norteamérica.

• DeAcero: Empresa líder en aceros largos con fuerte presencia en EE.UU.

El sector teme una disminución en la demanda de estos productos, lo que podría traducirse en recortes de producción y empleo, así como una reducción en la inversión.

La estrategia de Estados Unidos

El gobierno de Trump argumenta que estos aranceles buscan proteger la industria siderúrgica estadounidense y reducir la competencia de productores extranjeros. Sin embargo, también se percibe como una estrategia de presión comercial para renegociar acuerdos bajo términos más favorables para EE.UU.

En respuesta, la Unión Europea y Canadá han tomado medidas de represalia, mientras que México ha optado por la negociación. La presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que el país esperará hasta abril para definir su postura definitiva, priorizando el diálogo antes de considerar acciones de respuesta.

El desarrollo de esta medida y su impacto en la economía mexicana será clave en los próximos meses. Empresas y gobierno tendrán que evaluar estrategias para mitigar los efectos y buscar alternativas para mantener la competitividad en un entorno de comercio cada vez más incierto.

El impacto en la frontera, particularmente en Baja California, será significativo debido a la alta concentración de maquiladoras que dependen del acero y aluminio importado para la fabricación de autopartes, electrodomésticos y equipos industriales. Con el aumento en los costos de estos insumos, muchas empresas enfrentarán dificultades para mantener sus márgenes de rentabilidad, lo que podría traducirse en una reducción de producción, retrasos en las cadenas de suministro y, en el peor de los casos, recortes de personal.

Además, la competitividad de la región frente a otros mercados podría verse afectada si las empresas buscan proveedores fuera de México o trasladan parte de su producción a países con menores costos.