Cada año, numerosas aves migratorias emprenden un largo viaje de miles de kilómetros hasta el lago del Parque de la Amistad, donde encuentran un oasis de descanso y alimentación. Entre estas especies destaca el pequeño pato Zampullín, reconocido por su pico azul y su habilidad para sumergirse en busca de alimentos como algas acuáticas, pequeños invertebrados y crustáceos.
El Parque de la Amistad se convierte en un destino preferido para estas aves, que encuentran en su lago las condiciones climáticas y el sustento necesarios para sobrevivir durante su estadía. Las fotografías capturadas por Luis Bautista Foto/Border Zoom muestran la belleza de este santuario natural que acoge a estas especies migratorias.