El dia que un barco japonés arribó a Baja California en 1915 y casi inicia una guerra.

EL INCIDENTE DEL BUQUE ASAMA. Por: Cuahutemoc Morgan.

Las alarmas se encendieron en la Casa Blanca en el mes de enero de mil novecientos quince, cuando se recibieron informes de actividades de la flota japonesa en las costas del pacífico de la Baja California.

La situación generó preocupación, pues desde principios del siglo veinte, se insistía en el interés del imperio del sol naciente, por tomar la península mexicana para establecer bases militares, al erigirse como nueva potencia naval luego de reducir las flotas de Rusia y China.

El catorce de abril de mil novecientos quince el nerviosismo de Washington subió de tono, cuando en primera plana, el periódico Los Ángeles Times confirma que el acorazado ASAMA, buque insignia del mikado, había encallado en el puerto de San Bartolomé, conocido también como Bahía Tortugas.

El reportero Albert F. Nathan se había al lugar y observó en maniobras a cuatrocientos marinos japoneses en la bahía, y cinco cruceros apoyando en las reparaciones del buque ASAMA, cuyo armamento pesado fue retirado y colocado en una loma cercana.

Agregó que el puerto fue minado, se habían bajado cañones y municiones a tierra donde se erigían fortificaciones… todo esto representaba una amenaza a los Estados Unidos que no estaba dispuesto a admitir una base militar extranjera cerca de sus fronteras.

La paranoia no tardó en extenderse a círculos políticos y militares a tal grado que, desde el senado, pidieron al presidente Wilson que invadiera la Baja California en una acción defensiva justificada.

Y es que desde mil novecientos doce la península se encontraba protegida por el Corolario LODGE de la doctrina Monroe, en prevención a cualquier avance japonés que pudiera representar una amenaza a los Estados Unidos.

Como en esa época no había relaciones diplomáticas con México que estaba en plena revolución y sin un presidente legítimo reconocido, antes de movilizar a la flota del pacífico, se decidió enviar al buque Nueva Orleans a investigar qué pasaba en realidad en Bahía Tortugas.

Mientras tanto la embajada de Japón en Washington negó que se intentara construir una base naval en Baja California aprovechando la emergencia del ASAMA y a la vez, reprochó el amarillismo de la prensa norteamericana por replicar una noticia llena de infundios.

Lo anterior fue confirmado por el capitán de la fragata Nueva Orleans, que vía radio desde Bahía Tortugas, reportó que el buque ASAMA había encallado y se encontraba averiado. No se construía ninguna base naval en el lugar, todo fue una exageración.

Sólo así se contuvo la paranoia y el temor en los Estados Unidos que amenazaba con desbordar hacia un conflicto bélico de grandes proporciones en el pacífico que hubiera involucrado a México.

El acorazado fue remolcado en mayo de mil novecientos quince y reparado en su país de origen. Luego de su experiencia en Bahía Tortugas su resplandor fue disminuyendo, pues ya no tuvo acciones significativas ni en la primera ni en la segunda guerra mundial.

La gloria del ASAMA como buque insignia del imperio del sol naciente, se apagó para siempre cuando fue desguazado en los astilleros HITACHI en mil novecientos cuarenta y seis.