Javier Bátiz, conocido como “El Brujo”, es una de las figuras más icónicas y fundamentales en la historia del rock mexicano. Nacido en Tijuana en 1944, creció en una ciudad marcada por su proximidad a Estados Unidos, lo que permitió que desde joven estuviera expuesto a los sonidos del blues, el rock and roll y el rhythm and blues que cruzaban la frontera. Esta influencia marcó profundamente su estilo musical, llevándolo a convertirse en un pionero que fusionó el blues clásico con el rock, creando un sonido único que definió una era.
En 1957, Bátiz fundó Los TJ’s, una de las primeras bandas de rock en México. Tocando en clubes de Tijuana, desarrolló un estilo crudo, energético y auténtico que pronto llamó la atención de músicos y críticos. La banda rápidamente ganó notoriedad, convirtiéndose en un referente para la naciente escena del rock mexicano. A finales de los años 60, Bátiz se trasladó a la Ciudad de México, donde consolidó su carrera como solista y se convirtió en mentor de importantes músicos, incluido Carlos Santana. Santana, quien alcanzó fama internacional, ha reconocido repetidamente la influencia de Bátiz en su estilo y técnica musical.
El virtuosismo de Javier Bátiz con la guitarra, combinado con su capacidad para transmitir la esencia emocional del blues, lo distinguió como un músico que no solo dominaba su instrumento, sino que también lo utilizaba como una extensión de su alma artística. Durante su carrera, rompió barreras y ayudó a darle identidad al rock mexicano, llevando sus raíces fronterizas y la influencia del blues a un público más amplio.
A lo largo de las décadas, Bátiz grabó numerosos álbumes, entre ellos clásicos como Blues, Bátiz and Hair y Tijuana Blues. Cada uno de ellos refleja la evolución de su estilo, desde los riffs desgarradores hasta las líricas introspectivas que conectan con el público. A lo largo de su trayectoria, se presentó en los escenarios más importantes de México y en festivales internacionales, dejando una huella imborrable en la música.
En reconocimiento a su contribución al rock y la cultura mexicana, Javier Bátiz ha sido homenajeado en múltiples ocasiones, destacando como un verdadero embajador del blues y el rock. Su legado, que combina virtuosismo, pasión y autenticidad, continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos y consolidándolo como una leyenda viviente del rock tijuanense y mexicano.