Marcando un cambio importante en la política de drogas de EE. UU.

Washington, D.C., 18 de diciembre de 2025 — El presidente Donald J. Trump firmó este jueves una orden ejecutiva que ordena a las agencias federales iniciar y acelerar el proceso para reclasificar la marihuana, sacándola de la categoría más estricta de drogas bajo la ley federal (Schedule I) y colocándola en una categoría con menos restricciones (Schedule III).
Hasta ahora, la marihuana estaba enlistada como Schedule I en la Ley de Sustancias Controladas de Estados Unidos, la clasificación más alta que incluye drogas como la heroína y el LSD, consideradas sin uso médico aceptado y con alto potencial de abuso. La nueva orden dirige al gobierno federal a moverla a Schedule III, una categoría que reconoce uso médico legítimo y un menor potencial de dependencia física o psicológica, similar a algunos analgésicos recetados como el Tylenol con codeína.
Lo que cambia y lo que no
La orden no legaliza el consumo recreativo de marihuana a nivel federal, ni elimina todas las restricciones federales sobre posesión y venta fuera de usos médicos autorizados. Lo que sí hace es:
Facilitar la investigación científica sobre sus usos terapéuticos, eliminando barreras regulatorias que hasta ahora dificultaban estudios clínicos y médicos. Modificar el enfoque regulatorio federal, reconociendo oficialmente que la marihuana tiene aplicaciones médicas aceptadas, lo que puede abrir puertas para programas de investigación ampliados y posibles cambios futuros en políticas de salud públicas. Impulsar el acceso a productos derivados del cannabis, como el cannabidiol (CBD), y coordinar con el Congreso para trabajar en marcos legales que permitan mejorar su disponibilidad y supervisión.
Reacciones y contexto político
La medida representa uno de los cambios más significativos en décadas en la política antidrogas de Estados Unidos, aunque enfrenta críticas de sectores conservadores que argumentan que podría enviar mensajes equivocados sobre el consumo de drogas y preocupaciones sobre seguridad pública.
Defensores del cannabis medicinal y parte de la industria legal han recibido la noticia con optimismo, principalmente por las oportunidades que abre para la investigación y cambios regulatorios que podrían aliviar cargas fiscales y burocráticas.
Conclusión
La orden ejecutiva de Trump marca un cambio real en el enfoque federal hacia la marihuana, al reconocer su potencial médico y reducir su estigma regulatorio. Sin embargo, no equivale a una legalización total a nivel federal, y los efectos concretos dependerán de cómo se implemente el proceso de reclasificación y de la legislación que pueda promoverse en el Congreso en los próximos meses.

10 estadísticas clave sobre la marihuana en Estados Unidos:
22 % de la población de EE. UU. (más de 60 millones de personas) consumió marihuana al menos una vez en el último año.
Es la sustancia ilegal más consumida en el país, muy por encima de cualquier otra droga.
24 estados han legalizado el uso recreativo y 38 permiten uso medicinal (incluido DC).
40 % de los consumidores actuales la usa de forma diaria o casi diaria.
En 2022, 17.7 millones de personas usaron marihuana diariamente, más que los bebedores diarios de alcohol (14.7 millones).
Entre adultos de 19 a 30 años, ≈42 % reportó consumo en el último año.
El consumo diario de marihuana se multiplicó más de 10 veces desde los años 90.
Los mercados legales generaron más de 4 mil millones de dólares anuales en impuestos estatales (2023).
52 % de los estadounidenses considera que la legalización tiene efectos económicos positivos.
24 % de estudiantes de preparatoria reportó consumo en el último año, una cifra estable pero vigilada.

