Una joven ballena gris apareció sin vida este domingo en la orilla de Playas de Tijuana, cerca de la Estación de Salvavidas número 14. El hallazgo causó sorpresa entre los visitantes, que se acercaron para observar y documentar el momento. Las autoridades ya fueron notificadas para gestionar su retiro y prevenir riesgos sanitarios.
La ballena gris es conocida por realizar una de las migraciones más largas del reino animal, viajando desde las frías aguas de Alaska hasta las cálidas bahías de Baja California Sur, donde nacen las ballenitas y se reproducen. Este recorrido anual de miles de kilómetros está arraigado en su ciclo biológico: durante el verano en el norte, se alimentan intensamente, y migran hacia el sur para dar a luz en aguas protegidas y guiadas por temperatura.

Sin embargo, en los últimos años, las poblaciones de esta especie han enfrentado graves problemas. Entre 2019 y 2023, se registró un evento de mortalidad inusual (UME): al menos 690 ballenas grises fueron encontradas muertas en costas desde Canadá hasta México. Las necropsias revelaron que la mayoría presentaban desnutrición, mientras que se descartaron enfermedades, aunque también se registraron muertes por colisiones y depredación natural .
Esta mortalidad masiva coincidió con un descenso del suministro alimenticio en zonas clave de la vida marina, especialmente los fondos del Ártico, donde el calentamiento global y la reducción del hielo marino están afectando el ecosistema bentónico y la disponibilidad de crustáceos como anfípodos .
Aunque el evento ya concluyó oficialmente, los impactos siguen presentes. En lo que va de 2025, se han reportado la muerte de más de 90 ballenas grises en costas mexicanas, superando los registros de años anteriores . Además, científicos han documentado muertes en California, y un número alarmante de varamientos en zonas como la Bahía de San Francisco, con ejemplares enfermos y bajas tasas de nacimientos .

Estos incidentes recientes en Tijuana reflejan el estado vulnerable de la especie, afectada por la escasez de alimento, alteraciones climáticas y presiones ambientales. La aparición del ejemplar en Playas de Tijuana es un recordatorio tangible de que la conservación de las ballenas requiere vigilancia, cooperación científica y acción ambiental urgente para proteger su ciclo vital.
