Desde ahora y hasta el 15 de diciembre, turistas, investigadores y amantes de la naturaleza pueden disfrutar del avistamiento del tiburón ballena (Rhincodon typus) en la Reserva de la Biósfera Bahía de los Ángeles, Canales de Ballenas y Salsipuedes, una de las áreas naturales protegidas más importantes del país, con más de 380 mil hectáreas de ecosistemas marinos.
Este fenómeno natural es uno de los espectáculos más impresionantes del Golfo de California, donde anualmente este coloso marino —considerado el pez más grande del planeta— migra para alimentarse en aguas ricas en plancton. Aunque su tamaño puede superar los 12 metros de largo, el tiburón ballena es completamente inofensivo para el ser humano, alimentándose por filtración y mostrando un comportamiento tranquilo y majestuoso.

🏞️ Importancia para Baja California
El avistamiento del tiburón ballena no solo representa una oportunidad única de convivencia responsable con la vida marina, sino que también tiene un alto valor ecológico, educativo y económico para la región:
• Turismo sustentable: Atrae visitantes nacionales e internacionales, incentivando el desarrollo económico de comunidades locales como Bahía de los Ángeles.
• Conservación activa: Fomenta la educación ambiental y la protección de especies vulnerables mediante actividades reguladas.
• Investigación científica: Proporciona condiciones ideales para el monitoreo de poblaciones y el estudio de migraciones y salud marina.
✅ Reglas para una experiencia segura y responsable
La actividad está regulada por la SEMARNAT y CONANP, quienes han establecido lineamientos estrictos para proteger tanto a los tiburones como a los ecosistemas de la zona. Algunas reglas incluyen:
• Mantener una distancia mínima de 2 metros entre nadadores y el tiburón.
• Usar prestadores de servicios autorizados.
• Evitar el uso de flash en fotografía y no interferir en la ruta del animal.
• No tocar, montar ni acosar al tiburón.
• Velocidad máxima de 4 nudos (7.4 km/h) en zona de avistamiento.
La temporada del tiburón ballena es un recordatorio del privilegio natural que posee Baja California, y una invitación abierta a vivirlo con respeto y conciencia.