Por: Arnulfo Estrada Ramírez / Cronista de Ensenada
CARNAVAL DE 1919
Carnaval histórico y bien organizado, en donde se destaca una gran participación de ciudadanos. El comité de carnaval estuvo encabezado por el Coronel Miguel Álvarez; el Lic. Luis G. Martínez, como presidente efectivo; Heraclio Ochoa, vicepresidente; A. S. Pardo, tesorero; Julio Ramírez, secretario; Francisco Rocha, prosecretario, y 13 vocales. Las candidatas que participaron para ocupar el máximo trono de la festividad, fueron Flora Villarino, Isabel Villarino, María Antonieta Cota, Lolina Araiza, y María Palacios, quien resultó ser la ganadora del concurso. Aparte de María Palacios como reina, el Consorte Real estuvo formado por José Chavarín, Angelita Andrade y Anita Ochoa, entre otros.
El desfile carnavalero, se iniciaba en las calles Segunda y Obregón, junto a donde se encontraba el simbólico Hotel Bay View, que fue construido en 1887. Siempre lo encabezaba la banda musical, seguida por el elegante carro alegórico de la Corte Real y los vehículos donde se transportaban los ciudadanos con sus elegantes disfraces que generalmente adquirían en San Diego. El desfile recorría las calles Ruiz y Gastélum y terminaba en el Paseo Hidalgo.
El Carnaval de Ensenada, considerado la fiesta popular más grande y antigua de Baja California, tiene sus raíces en el siglo XIX. Documentado por el semanario “The Lower California” desde 1891, este evento ha evolucionado a lo largo del tiempo, resistiendo incluso periodos de interrupción debido a la inestabilidad social y política.
En sus primeros años, el carnaval marcaba la bienvenida al general Luis E. Torres, jefe político del Distrito Norte de Baja California. La celebración incluía desfiles, música, batallas de harina de trigo y una cena baile de disfraces. A lo largo de las décadas, la festividad se consolidó, adoptando elementos como los cascarones de huevos rellenos y, en 1918, una organización más estructurada.
El carnaval de 1918, con la participación activa de Cecilio Miranda, introdujo la Corte Real, desfiles acompañados por carros alegóricos, y un baile de gala. A lo largo de los años, ha habido momentos insólitos, como el carnaval de 1944, donde un hombre, Luis Goldbaum Banuet, fue coronado “reina” en medio de rivalidades y sorpresas.
El recuento histórico revela interrupciones entre 1891 y 1950, influidas por la inestabilidad social y política. Sin embargo, a partir de 1950, el Carnaval de Ensenada ha florecido, manteniendo su esencia y creciendo ininterrumpidamente.
En el corazón de esta celebración se encuentra una rica tradición que ha resistido el tiempo, fusionando la diversidad de participantes y evolucionando para reflejar la identidad única de Ensenada. Con cerca de un siglo de historia, el Carnaval de Ensenada sigue siendo un evento emblemático que une a la comunidad en torno a la alegría, la creatividad y la tradición.